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15 sept 2009

Entrevista con Gemma Nieto


¿El Alfabeto Sagrado es tu primera novela?
No, en realidad es la segunda. Anteriormente me estrené con una obra que se difundió entre un público muy reducido pero que gustó mucho. Algunos lectores me han llegado a decir que no desmerece nada su calidad narrativa comparada con El Alfabeto Sagrado. Se titulaba Evangelium y tengo que reconocer que le profeso un gran cariño, quizá porque fue mi primera novela.

¿Cuál es su temática?
También es un thriller religioso, pero yo diría que más religioso que El Alfabeto Sagrado. Su acción se desarrolla en las tres ciudades más santas para la cristiandad: Roma, Santiago de Compostela y Jerusalén; y la trama nos lleva de la mano para guiarnos en un intrincado laberinto desde las catacumbas romanas hasta la catedral de Santiago, pasando por la Iglesia del Santo Sepulcro. Con estos decorados, un anticuario ayudado de sus amigos se ve involucrado en una aventura para intentar esclarecer aquellos primeros años de la cristiandad: ¿fue la Virgen María realmente virgen?, ¿tuvo Jesús más hermanos?, ¿quiénes fueron y a qué se dedicaron? Y la pregunta que se desvela al final de la novela y la que a mí me resultó más misteriosa de documentar fue: ¿quién fue el gemelo del que nos habla la Biblia? Creo que la baza principal de esta novela es que la documentación utilizada es básicamente la Biblia, la utilicé para realizar todas las afirmaciones que hice en cuanto al número de hermanos de Jesús y a qué se dedicaban. Pretendía que los lectores leyeran la Biblia olvidándose de las interpretaciones que la Iglesia cristiana nos ha ofrecido durante tantos siglos.

Entiendo que no saldrá publicada.
Tanto mi agente como yo decidimos no publicarla para el público en general, a pesar de haber recibido algunas ofertas, porque consideramos que su tiempo ya había pasado. Como puedes observar por la trama que te he contado es una novela un tanto demodé. Aunque yo la había escrito antes de que El Código da Vinci llegara a España, cuando comenzamos a prepararla para su publicación, ya habían salido muchas secuelas siguiendo la estela de Dan Brown y no queríamos ser otro libro más sobre la misma temática. Por eso la guardé en un cajón.

Volviendo a El Alfabeto Sagrado, ¿a qué público va dirigido?
A todos los públicos. Tanto las escenas de violencia como las de sexo son ligeras, para no herir la sensibilidad de ningún lector. Dejan entrever lo justo para que la imaginación de cada cual vuele por sí sola. Es cierto, como algún periodista ha dicho en alguna ocasión que me gusta crear un juego para el lector. Yo voy sembrando mis páginas de pistas que dejo sin resolver, para que ellos puedan descubrir lo que va a pasar. En el siguiente capítulo les desvelo el misterio, pero sólo para crearles uno nuevo. En realidad lo hago porque me gusta que el lector sea partícipe de la obra. No pretendo que se siente en un sillón a “tragarse” todo lo que yo le cuente. Quiero que participe conmigo y con los personajes de todo lo que está pasando. Quiero que lo haga de una forma entretenida, amena, pero activa.

Por tus comentarios deduzco que su lectura está al alcance de todos los públicos.
Sí, al menos esa ha sido mi intención. El lenguaje que he utilizado es concreto y correcto para cada situación, pero sin llegar a ser elitista. De nada te sirve escribir una novela con un lenguaje rebuscado y tan culto que sólo unos pocos puedan entender.

¿Por qué escribir El Alfabeto Sagrado? ¿Por qué no otra novela?
Porque una obra como ésta se adaptaba muy bien a mis intereses. Es cierto que he repetido que lo pretendo con la novela es entretener y en cierto modo enseñar algo de historia. Pero detrás de todo eso había una motivación más elevada y era la de prestar ayuda a los mandeos. No voy a discutir el hecho de que ellos están muy bien organizados y que cuentan con sus propias asociaciones en defensa de sus intereses pero, "¿por qué entonces aún continúan siendo perseguidos?", me pregunté. Pensé que quizá el problema residiera en la forma de acercarse a la gente y que era más fácil darse a conocer a través de una novela que por medio de un texto de protesta. Y utilicé todas las armas de que dispone un libro de este tipo para que la gente supiera que existen y que les necesitan.

¿Cómo te surgió la idea?
Fue bastante curioso, porque yo ya había oído hablar de ellos y había leído sobre el mandeísmo cuando me documenté para mi primera novela. Sin embargo, aparqué el tema debido a que no podía insertarlo para aquella obra. Tiempo después, cuando la editorial Suma, del Grupo Santillana, se interesó por los derechos de mi primera novela, disfruté de una buena comida con su directora, Ana Rosa Semprún y de sus interesantes consejos. Hoy es directora general de Espasa Calpe. En aquella ocasión no pudo ser, pero le debo mucho a esta extraordinaria mujer y gracias a ella retomé el tema de este grupo religioso, que constituyen los últimos gnósticos en pleno siglo XXI. Lo demás, como suele decirse, es historia, porque a día de hoy, cualquier lector puede tener en sus manos el resultado de mis pesquisas.

¿Qué has pretendido al escribir esta obra?
A veces pienso que he pretendido muchas cosas, y en otras ocasiones, creo que ninguna, que lo único que hacía era dar rienda suelta a una necesidad que llevo dentro y que básicamente es escribir, sólo escribir.
En aquellos momentos en que escribir se muestra como algo más, me doy cuenta de que había algo detrás de esa mera necesidad de comunicar, y era hacer algo por alguien. Y ese alguien, se me reveló en forma de grupo religioso, los mandeos. Pero también he de reconocer que el saqueo al Museo Arqueológico de Bagdad me estremeció. Cuando vi cómo habían quedado los orígenes de la Humanidad…

El resto de los museos del mundo contienen piezas muy antiguas y de gran valor para conocer nuestros orígenes pero, origen de verdad, lo podíamos encontrar en Irak. Allí nació la civilización tal y como la conocemos hoy en día: nuestra forma de contar el tiempo, el lenguaje, la rueda,… y tantos otros maravillosos avances se los debemos a la inteligencia de los sumerios. Y los sumerios vivieron en la zona que bañan los ríos Tigris y Éufrates, en Irak e Irán. Con el saqueo del Museo Arqueológico de Bagdad todos sin excepción hemos perdido parte de nuestros orígenes. Hay piezas que ya serán irrecuperables y de las que sólo podrán disfrutar algunos privilegiados delincuentes, aquellos que orquestaron el robo de las obras de arte.

¿Por qué nos introduces en el mundo de los mandeos, un grupo religioso del que nadie ha oído hablar? ¿Cómo llegó a interesarte el tema?
Creo que si tu obra es leída y aceptada, lo que cuentas puede influir y yo no deseaba enseñar, no tengo ánimo docente, pero sí deseaba mostrar. Mostrar el sufrimiento de una gente de la que me enamoré. Sus costumbres, sus ritos,… son personas tan pacíficas que conocer los horrores a que los sometían en pleno siglo XXI me dolía. Antes de la invasión de Irak podíamos estar hablando de unos 50.000 mandeos viviendo en sus tierras. A fecha de hoy apenas si sobreviven unos 2.000. Muchos de ellos han sido asesinados y el resto ha emigrado a EEUU, Inglaterra, Suecia o Australia. Y no siempre han sido bien recibidos en sus países de acogida, a pesar de los terribles actos a los que estaban siendo sometidos.

Me preguntas que como llegó a interesarme el tema. Nunca se sabe a ciencia cierta cómo algo entra en ti y decide quedarse junto a tu corazón. En este caso tampoco es fácil saberlo pero, de alguna forma, llegue a enamorarme de ellos. Las primeras imágenes que contemplé de ellos me trasladaron a una época desaparecida que forma parte primordial de mi iconografía religiosa. Verlos era ver un cuadro con Juan el Bautista bautizando a sus fieles en el río Jordán. Era trasladarte a un tiempo perdido, un viaje de 2000 años al pasado. Quizá me enamoró su paz.

¿Crees que desde tu modesta posición podrás hacer algo por ayudarles?
Eso espero, de todo corazón. La única vía que no han utilizado para darse a conocer es una novela de ficción que, por otro lado, es la forma en que se puede llegar más fácilmente al público.

Si comienzas a buscar información sobre ellos en español descubrirás que no hay nada. Todo se resume a un par de artículos en internet, unos vídeos en youtube de muy baja calidad y ningún libro que puedas leer. En alemán encuentras algo más, poco también en italiano o en francés. Casi toda la literatura que he podido recoger ha sido en inglés. Lo que más me ha desconcertado ha sido la total ignorancia que existe sobre este tema en nuestro país. Espero que mi contribución en forma de novela, ayude a la gente a interesarse por este tema. De hecho, he realizado un importante esfuerzo de documentación en otras lenguas para que toda la información que aporto sobre ellos sea verídica. No exagero si te digo que he pasado dos años estudiando sus costumbres, su forma de vida, sus ritos religiosos,…

¿Podría decirse que eres la primera y única especialista sobre mandeos en España?
Bueno, yo no afirmaría tanto. He leído un par de artículos breves en prensa sobre ellos y, aunque contienen algunos errores, no están mal. También el catedrático Antonio Piñeiro, especialista en la religión cristiana, los ha mencionado en alguna ocasión; y César Vidal ha hecho alusiones a ellos en alguna de sus obras. Sin embargo, resulta curioso que el libro traducido a nuestra lengua que más extensamente habla de ellos sea el escrito por los americanos Lynn Picknett y Clive Prince titulado La Revelación de los Templarios, lo hace en dos capítulos y con una clara desviación para que cumpla las tesis que defienden los autores.
Por lo demás, en España no se sabe nada de ellos.

¿Qué es lo que te ha fascinado de los mandeos?
Creo que principalmente ha sido su unión como grupo religioso válido. En un mundo desestructurado, donde la gente echa en falta una espiritualidad que le una con algo más grande que ellos mismos y al mismo tiempo les acerque a sus iguales, los mandeos constituyen ese grupo. Cuentan con la protección que ofrece la comunidad, que aún mantiene unos valores tradicionales a los que asirse.
De todas formas, si a alguien le interesa el tema y acaba convirtiéndose en un especialista mandeo, enseguida sabrá que nunca podrá formar parte de su comunidad. La mandea no es una religión misionera, sólo el que nace de padre y de madre mandeos, será un mandeo.

Otro tema que has tocado es el saqueo del Museo Arqueológico de Bagdad? ¿Tan importante resulta su expolio?
Al igual que los asiriólogos, considero que la franja de tierra bañada por las aguas de los ríos Tigris y Éufrates fue donde tuvo lugar el origen de la civilización. Con los sumerios puede decirse que abandonamos la prehistoria para comenzar a vivir en ciudades acondicionadas con alcantarillado, con agua corriente... Si bien es cierto que muchos de sus conocimientos se perdieron para la historia, otros han constituido el punto de partida para llegar hasta hoy, como la invención de la rueda, el contar el tiempo en minutos de 60 segundos y el dividir el día en 24 horas de 60 minutos cada una. Esto y mucho más se lo debemos a ellos. No en vano, gran parte de la documentación encontrada sitúa en sus tierras el Edén, el lugar donde Dios puso a Adán y a Eva. Creo que con esta explicación resulta innecesario contar porqué eran importantes las piezas que guardaba el museo.
Pero, la situación en Irak ya era delicada hace unos años...
Si, por supuesto, Saddam sabía muy bien lo que hacía fuerte a su país, podía ser un dictador, pero no era tonto. Aunque hoy te resulte incomprensible, Irak era un país en calma adónde podías viajar en vacaciones si te apetecía. Recuerdo los folletos turísticos, te hablaban de los jardines colgantes de Babilonia, de Nínive, Uruk,.. todas ellas constituyen las primeras ciudades que pueden ser consideradas como tal y no como simples agrupaciones de chozas. De hecho, los equipos arqueológicos trabajaban a destajo y el país poseía muchos yacimientos abiertos. Hoy, gran parte de ellos ha desaparecido gracias a los destrozos del ejército estadounidense que no supo, o no quiso, escuchar a sus arqueólogos más renombrados.

Volviendo a la novela, para un lector resulta muy difícil separa la ficción de la realidad en una novela como El Alfabeto Sagrado. ¿Puedes ofrecerles algunas pautas para que lo consigan?
Bueno, es difícil que puedan hacerlo y, además, considero que el mérito del autor consiste en que el lector no perciba donde acaba una y donde comienza la otra. Pero, si un lector se ha quedado con ganas de saber más siempre puede recurrir a la web como primera medida, después podrá contar con una bibliografía más amplia. Para todos aquellos de mis lectores que sientan más curiosidad, he publicado en la web de El Alfabeto Sagrado una serie de artículos informativos que le ayudarán. Además, he publicado también enlaces a otras web’s de interés así como bibliografía suplementaria.
Sin embargo, para facilitarles el trabajo, también he escrito un artículo titulado “Ficción o realidad” en donde le explico al lector qué es qué en El Alfabeto Sagrado. Está colgado en el blog.

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